TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 30 de septiembre de 2021
DONALD TRUMP: El retorno del Mesías
A menos de un año de la llegada de los demócratas al poder, los estadounidenses están perplejos por la interminable serie de graves errores que están siendo cometidos por el discapacitado físico y mental de Joe Biden, tal como lo demuestra el sostenido crecimiento de Donald Trump en las encuestas. ¿Los EE.UU. volverán a darle la bienvenida al magnate en las elecciones del 2024, donde ha anunciado que se presentará para regresar a la Casa Blanca? Hasta hace poco podría ser casi impensable que ello pudiera ocurrir, pero Trump, parece haber ganado una nueva respetabilidad luego de perder los comicios ante Biden el año pasado. Así, en una nueva encuesta de Harvard-Harris, Trump, que sobrevivió a dos intentos de juicio político mientras estaba en el cargo, ha adquirido un índice de popularidad del 48 por ciento en comparación con el 36 por ciento de Biden, que está en caída libre. Al mismo tiempo, el 51 por ciento de los encuestados dijo que Trump era un mejor presidente que Biden, ya que este los ha defraudado, más aun luego de la vergonzosa retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, donde sufrieron una contundente derrota a manos de los talibanes. Y dado que la política estadounidense se ha centrado más en ganar las próximas elecciones que en cualquier otra cosa, ya corren rumores de que el ex presidente será ser el candidato presidencial republicano en el 2024. Y las cifras están de su lado. Según la misma encuesta , siete de cada 10 votantes republicanos encuestados dicen que votarían para que Trump vuelva a ser su candidato. Ningún otro potencial aspirante republicano se acerca a excitar el mismo nivel de entusiasmo de los votantes que el ex magnate inmobiliario y la televisión. Mike Pence, por ejemplo, quedó en un distante segundo lugar con un apoyo del 13 por ciento, mientras que Ron DeSantis, el gobernador de Florida que logró mantener su estado abierto a los negocios durante gran parte de la temporada de cierre del Covid-19, obtuvo solo un nueve por ciento de apoyo. Sin embargo, es tentador sugerir que la renovada popularidad de Trump entre el pueblo estadounidense se debe más al desastre de la política interior y exterior de Biden que a cualquier tipo de estrategia de su parte. Al fin y al cabo, el expresidente permanece en gran parte “silenciado” tanto por los principales medios de comunicación como por las redes sociales en manos del establishment que aun sostienen a Biden, mientras que en el resto de la prensa las notas que recibe, tiene un cierto olorcillo a ántrax. A pesar de ello y para desesperación de quienes pretenden convertirlo en un anatema, el expresidente sigue adelante en las encuestas. Por lo tanto, Trump solo necesita sentarse y cumplir con la famosa máxima expresada por Napoleón: “Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error. Y Dios sabe que Biden los hace en gran cantidad. Desde la desastrosa retirada de Afganistán, en la que dejó abandonados a su suerte a numerosos ciudadanos estadounidenses en medio de la incontenible ofensiva de los talibanes que se hicieron con el control del país, dejando en la precipitada fuga de sus tropas gran cantidad de armas y municiones, así como tanques y aviones como para construir un nuevo ejército desde cero; su incapacidad para hacer frente a China, cuyo poderío militar y económico así como su creciente influencia en el mundo es una amenaza directa para los decadentes EE.UU.; sus continuos errores en relación a Rusia, al que no hace mella alguna las sanciones impuestas al Kremlin ni las amenazas formuladas por la construcción del Nord Steam 2 por el Mar Báltico que abastecerá de gas a Europa sin pasar por Polonia y Ucrania; o la crisis en la frontera entre EE.UU. y Méjico, donde miles de indeseables haitianos intentan ingresar al país; Como podéis notar, esta ha sido una larga y absoluta serie de continuos fracasos para la administración Biden, que lo pintan de cuerpo entero. Quizás su actuación podría justificarse si estaría en pleno dominio de sus facultades, pero ese no es el caso ya que la demencia senil que padece es algo que no se puede ocultar. La semana pasada, Biden asistió a una conferencia en Boise, Idaho, sobre los incendios forestales en curso que han afectado a varios estados en el oeste del país. Pero cuando se salió del guión y comenzó a balbucear con uno de los asistentes, el personal de la Casa Blanca entró en pánico y cortó la transmisión abruptamente para que no siga dando lástima. Anteriormente, Fox News informó que los ayudantes de Biden están "llenos de ansiedad de lo que va a responder cuando es preguntado por la prensa, ya que debe seguir un libreto preparado con antelación, por lo que no puede desviarse de los mensajes cuidadosamente orquestados del ala oeste". En momentos como este, una persona inestable y psicológicamente enferma como Biden podría empezar a pensar en usar el "maletín nuclear" lo que puede dar paso a consecuencias no deseadas, y otras cosas similares de las que están hechas las pesadillas modernas. En cualquier caso, para emplear la vara de medir de Trump una vez más, intente imaginar lo que sucedería con el asistente de la Casa Blanca que hubiese atrevido a silenciar al expresidente republicano mientras intentaba responder preguntas de la prensa. Hubiera habido un rotundo "Estás despedido", y ese habría sido el final. La reunión de Idaho, sin embargo, no fue un caso aislado en el que Biden fue silenciado vergonzosamente. Cuando días atrás, recibió al primer ministro británico Boris Johnson en la Casa Blanca, una vez más los ayudantes de Biden, ‘lo amordazaron’ para que no hable, en sentido figurado, por supuesto. Así, luego de que Johnson respondió cortésmente unas preguntas de los reporteros británicos, el personal de Biden exigió a gritos a sobre los periodistas reunidos como si una alarma de incendio acabara de sonar, ordenándolos que salieran de la habitación mientras Biden miraba con desconcierto en sus ojos, murmurando algo inaudible. Mientras se veía a los reporteros irse, se podía escuchar a uno preguntar: " ¿Qué dijo [el presidente Biden]?" a lo que otro respondió: “No tengo ni idea. Espero que el micrófono lo haya captado ".En respuesta al último desaire, que se está volviendo peligrosamente conspicuo, el grupo de prensa de la Casa Blanca presentó una denuncia formal contra Biden por "negarse a responder a las preguntas de los medios estadounidenses sobre las múltiples crisis que han estallado bajo su régimen" Este es un giro de los acontecimientos bastante notable en el sentido de que los medios liberales acérrimos, que habían apoyado a Biden en las buenas y en las malas - incluso cuando estallo el escándalo de la computadora portátil de su hijo pródigo Hunter, proclamando diligentemente que se trataba de ‘noticias falsas’ (que no lo era en absoluto) - muestran signos de cansancio y desagrado para referirse a quienes antes apoyaban con fervor. Al fin y al cabo, incluso el perro más obediente se alejará de un dueño incompetente, especialmente si no se le está alimentando y lo tiene abandonado. Este distanciamiento de la prensa presenta para la administración Biden un grave problema, y al que ciertamente están conscientes. Primero, los estadounidenses no solo están llegando a la conclusión de que Biden no solo no está capacitado para continuar al frente de la Casa Blanca y que fue un error haberlo elegido, sino que sus lamentables actuaciones también están ayudando a impulsar al némesis final del Partido Demócrata, Donald J. Trump, al frente de las urnas una vez más. Y seamos realistas, Joe Biden se ve cada vez mas decrepito. En noviembre, celebrará su 79 cumpleaños, lo que significa que cuando llegue la próxima elección presidencial tendrá 82 años (si es que llega con vida para esa fecha). No tenemos idea de lo que predicen los corredores de apuestas de Las Vegas, pero la opinión generalizada es que el proclamado "presidente más popular de todos los tiempos " de los EE.UU. tendrá suerte de sobrevivir siquiera el verano del próximo año en lo que respecta a su vida política. Será muy difícil mantener la farsa mucho más tiempo luego de esa fecha. Pero esto no mejorará la situación del Partido Demócrata, ya que la negra Kamala Harris, cuestionada e impresentable vicepresidenta de Biden, está en los últimos lugares de todas las encuestas. Entonces, a menos que suceda algo inesperado, Trump ya se verá de nuevo en la Casa Blanca en el 2024. No lloren, demócratas: han sucedido cosas peores antes en el circo conocido como la política estadounidense, incluso si no puedes pensar en ellas en este momento.