TIEMPOS DEL MUNDO
jueves, 2 de diciembre de 2021
EL PENTAGONO CONTRATACA: Anuncian la creación de una nueva agencia para el estudio de los OVNIS
Como sabéis, hace unos días el Pentágono ha anunciado la creación de una nueva agencia para la identificación de objetos voladores no identificados, según dio a conocer The Independent. En efecto, la subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks, en colaboración con el director de inteligencia nacional de EE. UU., ordenó que se estableciera el nuevo organismo de investigación en la oficina de inteligencia y seguridad del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Esta organización centralizará la información de todas las ramas militares y agencias de inteligencia norteamericanas, “sincronizando todos los esfuerzos para detectar, identificar y atribuir objetos de interés en su espacio aéreo”. La nueva agencia se llamara Airborne Object Identification and Management Synchronization Group y sustituye al grupo de trabajo sobre fenómenos aéreos no identificados de la Marina norteamericana que se creó en agosto del 2020. Entonces, el Departamento de Defensa anunció que creaba esa agencia para detectar, analizar y catalogar objetos volantes no identificados que “pudieran representar una posible amenaza para la seguridad nacional de los EE.UU.”. El departamento recalcó entonces que la preocupación del Gobierno americano por la seguridad de su personal y sus operaciones militares era “muy seria”. La formación de aquel departamento fue posterior a la publicación de varias fotografías y vídeos tomados por personal de la US Navy en el 2019, donde se veían diversos objetos sin explicación aparente. El Pentágono confirmó la autenticidad de ese material, pero no identificó el origen de los supuestos objetos. En abril del 2020, los militares norteamericanos publicaron nuevos vídeos y, cuatro meses más tarde, la armada formó el primer grupo de trabajo. La nueva agencia aparece luego de una investigación en el senado norteamericano y la publicación de un informe en el que se explican la gran mayoría de esos supuestos objetos, demostrando científicamente que en muchas ocasiones eran producto de las ópticas de las cámaras o eran sencillamente objetos conocidos. Sin embargo, un gran número de estos objetos sigue sin tener una explicación, por lo menos una que sea pública. Que el avistamiento de un objeto o su detección en radares no tengan explicación no quiere decir que estos OVNIS sean naves espaciales de otro planeta. El hecho de que parezcan desafiar las leyes de la física -con giros, aceleraciones y velocidades imposibles con la tecnología conocida - no es prueba suficiente para afirmar que son alienígenas. Aunque los militares norteamericanos no descartan ninguna explicación, su mayor preocupación está en sus potencias rivales, Rusia y China, y la posibilidad de que posean una tecnología desconocida que supere a la americana. Y probablemente tengan razón. Rusia está invirtiendo miles de millones en crear un misil de crucero hipersónico capaz de destruir portaaviones de una tacada así como un planeador hipersónico que evite las defensas antiaéreas americanas y llegar a su objetivo con una cabeza nuclear. Hace unos meses China realizó una prueba con otro vehículo hipersónico que daba vueltas alrededor del mundo que podía lanzar un misil separado mientras viajaba a más de cinco veces la velocidad del sonido prácticamente indetectable para los radares, alertó a Washington de que Beijing podría tener tecnologías que los EE.UU. aún no ha desarrollado. Debido a ello, el Pentágono está extremadamente alarmado ante esa nueva arma hipersónica china, que es aún más compleja y sofisticada de lo que pensaban. Los mayores expertos en tecnología militar de los EEUU no pueden explicar “cómo China ha podido superar los límites de la física” con este nuevo desarrollo. Por ahora, la explicación más razonable para estos fenómenos aéreos no identificados son los avances tecnológicos enemigos o de los propios militares americanos, que tienen programas de desarrollo avanzado que ocultan al resto del Ejército y las agencias de inteligencia propias. Lo que es menos lógico y costaría mucho demostrar es que los alienígenas estén volando por todas partes y no hayan hecho contacto por algún tipo absurdo de capricho. Sobre todo cuando lo más lógico es que la civilización extraterrestre que llegue a la Tierra - si alguna vez llega - no tenga ni la forma ni las intenciones que imaginamos y se manifieste de forma obvia.